jueves, 8 de octubre de 2015

Agua


Paul Klee (1925)
Con la última lluvia ha subido el nivel de agua en el río (que está ahora hermoso, como se ve en la foto de Maruja), la tierra ha quedado bien empapada y la hierba en seguida ha empezado a crecer. Los árboles también se ven con más brillo.

Siento alegría y alivio; por esta vez nos hemos salvado.

Este verano la sequía ha sido un tema de conversación muy habitual. “Ojalá llegue a llover”, decíamos cada vez que una nube oscura se aproximaba (luego casi siempre se disolvía o se iba hacia otro lado).

Las conversaciones sobre qué podemos hacer para prepararnos para un futuro con más escasez de agua han sido menos frecuentes.

Según un artículo que leí hace poco en una página web sobre ecología y agricultura, los nuevos datos de la NASA muestran que más de la mitad de los mayores acuíferos en el mundo están agotándose. Y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) prevé que en 2020 unos 500 millones de personas sufrirán falta de agua. Además, esto también afectará a la producción de alimentos.

En España, las reservas de agua muestran una clara tendencia a la baja, mientras la demanda y el consumo no para de crecer, según José Luis Gallego en un artículo publicado en eldiario.es en el pasado mes de septiembre.

Pero la incertidumbre hídrica no se alivia con la construcción de más embalses y la aprobación de nuevos trasvases, como pretende el Gobierno del PP y recogen los planes de cuenca recién presentados por las demarcaciones hidrográficas. Entubar los ríos es la peor estrategia posible para hacer frente a la pérdida de recursos hídricos. Además va en contra de lo que establece la Directiva Europea Marco del Agua, que apuesta por una gestión más racional, eficiente e inteligente del recurso y obliga a respetar los caudales ecológicos de nuestros ríos y proteger los ecosistemas fluviales. (...)
Hay que mimar a nuestros ríos, humedales y acuíferos porque dependemos de ellos. Hay que seguir detectando y aplicando nuevas oportunidades de ahorro desde la eficiencia y la gestión inteligente. Lo de construir embalses y entubar cauces es una respuesta chapucera, la de los que creen que la solución a la sequía sigue estando en ir al río a por más agua. Ésos que siguen sin aceptar que el cambio climático va en serio, que nuestros recursos hídricos están menguando y que la adaptación no es que sea la mejor: es que es la única estrategia que nos queda....”
http://www.eldiario.es/zonacritica/gestion-sostenible-agua-embalses_6_427367269.html

¿Qué podemos hacer? Se me ocurren varias cosas, por ejemplo:
-         Poner presión a los políticos en todos los niveles para que introduzcan el tema en la agenda política.
-         ingeniar sistemas de reutilización del agua, y recogida del agua de la lluvia
-         procurar no contaminar
-         ahorrar agua tanto en el consumo doméstico como en los cultivos.
En un artículo anterior, José Luis Gallego comenta que 75% del agua que se consume en España es para regar y el 60% de ese agua se pierde y no llega a los campos.
Además, muchas tierras están degradadas, tienen muy poca materia orgánica y en consecuencia una escasa capacidad para retener la humedad. Si no hay plantas que sombrean la tierra, hay que tenerla cubierta de materia orgánica para que se seque menos.
Lena



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