Paul Klee (1925) |
Con la última lluvia ha
subido el nivel de agua en el río (que está ahora hermoso, como se ve en la foto de Maruja), la tierra ha quedado bien empapada y la
hierba en seguida ha empezado a crecer. Los árboles también se ven con más
brillo.
Siento alegría y alivio;
por esta vez nos hemos salvado.
Este verano la sequía ha
sido un tema de conversación muy habitual. “Ojalá llegue a llover”, decíamos
cada vez que una nube oscura se aproximaba (luego casi siempre se disolvía o se
iba hacia otro lado).
Las conversaciones sobre
qué podemos hacer para prepararnos para un futuro con más escasez de agua han
sido menos frecuentes.
Según un artículo que leí
hace poco en una página web sobre ecología y agricultura, los nuevos datos de
la NASA muestran que más de la mitad de los mayores acuíferos en el mundo están
agotándose. Y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)
prevé que en 2020 unos 500 millones de personas sufrirán falta de agua. Además,
esto también afectará a la producción de alimentos.
En España, las reservas
de agua muestran una clara tendencia a la baja, mientras la demanda y el
consumo no para de crecer, según José Luis Gallego en un artículo publicado en eldiario.es
en el pasado mes de septiembre.
“Pero la incertidumbre hídrica
no se alivia con la construcción de más embalses y la aprobación de nuevos
trasvases, como pretende el Gobierno del PP y recogen los planes de cuenca
recién presentados por las demarcaciones hidrográficas. Entubar los ríos es la
peor estrategia posible para hacer frente a la pérdida de recursos hídricos.
Además va en contra de lo que establece la Directiva Europea Marco del Agua,
que apuesta por una gestión más racional, eficiente e inteligente del recurso y
obliga a respetar los caudales ecológicos de nuestros ríos y proteger los
ecosistemas fluviales. (...)
Hay que mimar a nuestros ríos, humedales y
acuíferos porque dependemos de ellos. Hay que seguir detectando y aplicando
nuevas oportunidades de ahorro desde la eficiencia y la gestión inteligente. Lo
de construir embalses y entubar cauces es una respuesta chapucera, la de los
que creen que la solución a la sequía sigue estando en ir al río a por más
agua. Ésos que siguen sin aceptar que el cambio climático va en serio, que
nuestros recursos hídricos están menguando y que la adaptación no es que sea la
mejor: es que es la única estrategia que nos queda....”
http://www.eldiario.es/zonacritica/gestion-sostenible-agua-embalses_6_427367269.html
¿Qué podemos hacer? Se me ocurren varias cosas,
por ejemplo:
-
Poner
presión a los políticos en todos los niveles para que introduzcan el tema en la
agenda política.
-
ingeniar
sistemas de reutilización del agua, y recogida del agua de la lluvia
-
procurar
no contaminar
-
ahorrar
agua tanto en el consumo doméstico como en los cultivos.
En un artículo anterior, José Luis Gallego
comenta que 75% del agua
que se consume en España es para regar y el 60% de ese agua se pierde y no llega
a los campos.
Además, muchas tierras están degradadas, tienen
muy poca materia orgánica y en consecuencia una escasa capacidad para retener
la humedad. Si no hay plantas que sombrean la tierra, hay que tenerla cubierta
de materia orgánica para que se seque menos.
Lena
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