El otro día ví este lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), que posaba amablemente
entre la hiedra junto a un pequeño arroyuelo del Puerto del Pico. En la página vertebradosibericos
leo que es una especie endémica de la Península Ibérica, clasificada como casi
amenazada – por: ” la destrucción de riberas, la contaminación del agua, la
alteración de cursos de arroyos y riberas de ríos, la extracción de agua en
cursos iniciales de arroyos de montaña, la tala de sotos fluviales, la
destrucción de setos, las plantaciones de coníferas y eucalipto y la creación
de embalses. El cambio climático
puede afectar al lagarto verdinegro provocando un severo declive y reducción de
su área de distribución...”
...Este verano estoy viajando por la provincia de Ávila mucho más que otros años. Es bonito ver la gran variedad de paisajes que tenemos cerca, y conocer un poco más su flora y fauna.
Pero menos bonito es volver a Navaluenga y sentir el pueblo tan inhóspito para gran parte de la gente que vivimos aquí. Pienso a menudo que Navaluenga es un ejemplo ilustrativo, contrario a un turismo sostenible y de calidad; no se cuida ni la belleza, ni la convivencia de la gente, ni el medio ambiente. El otro día me encontré con unos amigos que están empadronados aquí, que es donde pasan la mayor parte del año. Pero me dijeron que al día siguiente se irían a pasar el resto de sus vacaciones en su casa en Madrid, para huir del agobio que les producía el pueblo en verano...
Lena
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