miércoles, 10 de febrero de 2016

Los titiriteros

Que los titiriteros están en prisión provisional es grave, porque es otro ejemplo de como aumenta la censura y se restringe la libertad de expresión.

Pronto vamos a tener que hacer como en los libros de Harry Potter, decir "tu sabes quién" en lugar de pronunciar el nombre de Valdemor (o como se llamara el malo).

He leido varios artículos sobre el tema esta mañana, y como sus autores expresan todo mucho mejor que yo, copio aquí unos extractos de dos de ellos:

Olga Rodríguez, en "Las marionetas son de trapo, y lo sabéis":
"... ¿qué decir del auto del expolicía Moreno, ahora juez? Atención a este párrafo: “Se escenifican acciones violentas, tales como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía [aquí pareciera que fuera un policía de verdad], la violación de una monja [de nuevo, no dice de un guiñol vestido de monja] y el apuñalamiento posterior con un crucifijo (...)

Siguiendo los argumentos que ahora se airean, los mismos que se escandalizan y nos llaman etarras a quienes criticamos el arresto de los titiriteros, deberían retractarse de su apoyo a la revista Charlie Hebdo, tendrían que censurar cuentos como El lobo y los siete cabritillos o El traje del emperador (donde el pueblo se mofa de la autoridad porque va desnudo) o películas como Star Wars, donde matan a senadores.
También deberíamos quemar la mitad de la literatura y dramaturgia publicada en los últimos siglos, vetar los títeres de Lorca  o los de Jacinto Benavente, el Premio Nobel, quien en 1912 representó él mismo una obra de títeres en la que una marioneta golpeaba con la cachiporra a su hijo, a un negro, al boticario, a un policía cuando intenta detenerle, al juez, al verdugo y al demonio. Qué desvergonzado. Y nunca le metieron en la cárcel. Ya puestos, deberíamos volver a prohibir el Carnaval, como ya hizo el franquismo, por ser una fiesta pagana en la que se da rienda suelta a la risa, la transgresión y el disfraz. (...)

Con leyes tan represivas como las actuales, fruto de las reformas del Código Penal, hoy son ellos y mañana podemos ser nosotros. (...). Expertos de la ONU ya advirtieron de que “tal como está redactada, la ley antiterrorista podría criminalizar conductas que no constituirían terrorismo y podría resultar entre otros en restricciones desproporcionadas al ejercicio de la libertad de expresión”. Aquí tenemos el ejemplo.(...)
Si los titiriteros permanecen en prisión, ¿quiénes serán los siguientes? Darth Vader en La guerra de las galaxias, Javier Bardem en No es país para viejos, Anthony Hopkins en El silencio de los corderos o Juan Diego Botto enPlenilunio han sido grandes malvados. Preparaos actores, y los guionistas que crearon vuestros personajes. Entregaos. No opongáis resistencia..."
Juan Diego Botto, en "Delito de ficción":
"Aclaremos conceptos desde el principio. Hasta donde sabemos por el propio auto del juez, la sinopsis de la obra y las explicaciones de quienes vieron la pieza, la función de títeres por la que dos titiriteros están en prisión sin fianza no pretendía exaltar el terrorismo sino denunciar el uso que del terrorismo hace en ocasiones el poder para criminalizar toda disidencia. Los titiriteros no exhibieron pancartas en apoyo a la banda terrorista, no hicieron ningún tipo de proclama en favor de la banda. Todo lo que se juzga ocurría dentro de la ficción de la obra de guiñoles. (...)
Criminalizar la ficción es propio solo de las peores dictaduras. Una ficción, ya sea teatral, literaria o cinematográfica solo puede ser juzgada desde un punto de vista estético, cultural, moral, ideológico o incluso político pero nunca penal. Solo las dictaduras determinan qué obras de teatro se pueden representar, qué novelas se pueden escribir o qué películas se pueden filmar. Y solo en las peores dictaduras se encarcela a la gente por hacer determinadas obras de teatro, determinadas películas o escribir determinadas novelas. (...)
Reitero porque el matiz es muy importante, una obra de ficción no es un ensayo literario, no es una pieza informativa de un medio de comunicación ni tan siquiera un artículo de opinión. (...) Si en la vida real un alcalde dijera que las víctimas del franquismo se lo merecían, podría estar incurriendo en un delito de exaltación de crímenes de lesa humanidad o genocidio penado en el artículo 510 del  código penal. Pero si es un personaje de una novela quien lo afirma, el autor de la novela no estaría incurriendo en el mismo delito. Entre muchas otras cosas porque el autor quizá haga afirmar eso a su personaje para precisamente criticar el hecho. Esto es una obviedad, pero una obviedad que parece que hay que explicar..."
Yo acabo de firmar una petición en change.org, dirigido al Ministerio de Justicia, que pide encausar al juez Ismael Moreno por prevaricación, por "obviar el contexto en el que se producen los hechos, y dejar de lado que se tratara de una obra teatral satírica para señalar a los dos detenidos como responsables de los delitos que en la ficción suceden."
Y mientras tanto, Pedro Sánchez ha renunciado a su promesa electoral de derogar la Ley Mordaza, para en lugar de eso sólo modificar algunos puntos concretos.
Lena

3 comentarios:

  1. O como Ignacio Escolar escribe en eldiario.es
    "Si los titiriteros querían denunciar que el poder utiliza el espantajo del terrorismo como excusa para aplastar cualquier disidencia e imponer su modelo de sociedad, sin duda lo han conseguido. "
    Maruja

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  2. También leí el artículo de Ignacio Escolar y me pareció muy acertado. A la pregunta que se hace, en este texto, si era ofensiva esa representación, responde que " depende, ofenderse es una libertad individual"; a mí, como a el "me ofenden mucho mas las mentiras sobre los títeres, la manipulación con la que se ha vestido este muñeco en tantos medios de comunicación, el discurso del odio que propagan quienes utilizan el dolor provocado por el terrorismo para criminalizar a sus rivales políticos y dividir a la sociedad".
    Por su parte, Javier Gallego en su artículo: El Carnaval ha muerto, escribe: "Ahora los jueces, fiscales y policías van a decidir las ficciones que se pueden escribir y una liga del buen gusto determinará lo que está bien visto. Aparte de la ignominia de encarcelar a dos titiriteros, lo mas preocupante de este asunto es que nos retrata como país reaccionario, represor y censor y como sociedad poco formada que no entiende la diferencia entre ficción y realidad, no admite la sátira y no permite la libertad de expresión ni siquiera literaria. Los guiñoles somos nosotros en un retablo en el que nos damos sin parar con la cachiporra hasta descabezarnos"

    (Perdón por la extensión del texto, pero este tema me ha indignado mucho al comprobar la brutal, descarada y mentirosa manipulación que se ha hecho en los medios)

    Maricarmen

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  3. Totalmente de acuerdo y comprendo la indignación, es cómo percatarse por un detalle, esta vez la acción sobre los titiriteros, de que seguimos "sutilmente" en algo parecido a una dictadura, si en los años 80 esto hubiera ocurrido, hubiéramos salido a la calle más todavía y se hubiera puesto en entredicho la "supuesta democracia y libertad" pero estamos en el 2016 y hasta el dirigente del PSOE dice lo que dice sobre la ley mordaza...que va tocar algunos puntos...de verdad que si no fuera por...muchas cosas--me iría de este país, aquí está empezando a oler a rancio

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