En una entrevista publicada en Diagonal hace algún
tiempo, el dibujante Miguel Brieva habla, entre otras cosas, del decrecimiento
y de los nuevos movimientos políticos. Según él, estos tampoco plantean los
cambios realmente necesarios:
“...Están planteando aquello que, más o menos, parece que
se puede llevar a cabo y que no asuste a la mayoría de la población. Porque, si
llegara una persona sensata –científico, ecologista- y dijera lo que realmente
tenemos que hacer, la gente sería incapaz de asumirlo...”
Lo que habría que hacer es consumir menos (o “desintoxicarnos del consumismo”,
como dice Brieva) y cambiar nuestro sistema económico radicalmente, y aprender
a vivir mejor con menos.
Pienso que tiene razón. Y que esto también explica cómo es posible que un
analista tan inteligente como Antón Losada estipule una lista de “Diez compromisos
para un gobierno de izquierdas” sin incluir ninguno referente (al menos
directamente) al medio ambiente. Me
parecen los diez puntos importantes, pero: ¡es urgente que la humanidad
dejemos de destruir la base de nuestra existencia!
En otro artículo, donde los compromisos se han reducido a cinco, Losada hace unas
reflexiones muy sensatas sobre el tema de Cataluña, y sobre lo que significa
“hacer política”: “...Probemos a hacer política con aquellos que no quieren
lo mismo que nosotros”.
Muchas veces parece que “política” se refiere a un juego de poder para
beneficiar al propio grupo, y a ver quién es más ingenioso a la hora de
insultar a los otros y alabarse a uno mismo, cuando debería referirse al arte
del diálogo, y de buscar consensos – que aunque no van a ser nunca completos,
al menos se expresen en acuerdos acceptables para la mayoría (y con respeto
para las minorías).
Por cierto, el año pasado Miguel Brieva publicó su primera novela gráfica, "Lo que me está pasando", que parece muy buena. Abajo pongo una viñeta suya.
Lena
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