domingo, 9 de agosto de 2015

La recogida de firmas en la plaza el sábado

El plan era que pusiéramos una mesa en la plaza, con algún cartel o pancarta, y que estuviéramos varias personas al menos un par de horas.

Pero la verdad es que la oposición en su conjunto en Navaluenga tenemos mucho que aprender. En esta ocasión, por varios motivos, nos falló la comunicación y la organización.

No hubo mesa, ni carteles, ni mobilización de gente.

A pesar de eso decidimos Maruja (Vecinos), Juan Carlos (Comprometidos) y yo a ir a la plaza con nuestras listas, bolígrafos y carpetas.

Creo que a todos nos costó un poco acercarnos a las primeras personas a informar y pedir firmas. En mi caso, eso de plantarme en la calle y abordar a la gente que pasa es algo que no he hecho desde que tenía veintipocos años y formaba parte del Movimiento por la Paz.

La del sábado fue una experiencia positiva e interesante. Casi todas las personas con las que hablamos firmaron, además de ser muy amables. Algunas apretaban el paso al ser preguntados si tenían un momento, y sin embargo, si me daba prisa a decir de qué se trataba, su actitud cambiaba y decían que “eso sí firmo”.

Hubo muchas pequeñas conversaciones interesantes, con personas con las que probablemente no habríamos tenido la ocasión de hablar si no fuera por esta recogida (también al menos yo vi a muchos amigos y exvecinos a los que no había visto en mucho tiempo). Y pensé que no está mal alguna vez, eso de plantarse en medio de la plaza, reclamando nuestro espacio en el pueblo (en lugar de mantenerse alejado del “mundanal ruído” los fines de semana, que es lo habitual en mí). Y hablar directamente con la gente fuera de nuestros círculos.

De todos modos, no somos ingenuos: no creemos que vamos a cambiar el modelo turístico recogiendo firmas durante alguna hora un sábado por la mañana. Esto va a ser una larga “batalla”, y nuestra pequeña acción sólo era una entre muchas. Varias personas están pidiendo las firmas para este escrito por sus barrios, y también conozco al menos dos casos de personas que han iniciado sus propias peticiones o denuncias, juntándose vecinos afectados por los ruídos en calles concretas. Como habrán visto en Plazanavaluenga, el sábado que viene hay una concentración delante del Ayuntamiento. Además, estoy segura que los concejales de los grupos de la oposición seguirán insistiendo en cada pleno, para que Navaluenga cambie de dirección en su política turística.

Con los ataques que Gonzalo ha sufrido esta semana, hemos visto la urgencia de este cambio aún más claro (si cabe). No queremos un pueblo invadido por la brutalidad, donde corremos el riego de recibir amenazas de muerte y huevos tirados a nuestras terrazas por haber expresado nuestras opiniones, o por haber reclamado nuestro derecho al descanso. Son ataques que nadie podrá justificar, esté o no de acuerdo con tales opiniones. El Ayuntamiento tiene competencia en la seguridad ciudadana y la  prevensión de “actuaciones perturbadoras de la convivencia ciudadana”. ¿Ha tomado alguna medida? ¿O al menos se ha pronunciado al respecto?

Lena


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