Creo que a veces es facil volverse ciego ante las cosas acostumbradas, familiares, o abundantes. Olvidamos mirarlas con atención, y no nos damos cuenta de lo espectacularmente hermosas que pueden ser. Como las cigüeñas. O los lirios.
En sitios más abrigados y cálidos estas ya llevan tiempo floreciendo; en mi jardín, que da al norte, han empezado a abrirse estos últimos días. Crecen en mucho sitios donde la tierra es demasiado pobre para otras plantas, y donde la pendiente del terreno hace dificil regar. Sin mimos, sin practicamente mantenimiento se multiplican, son bonitos, huelen bien, sujetan la tierra... Unas plantas estupendas.
Últimamente se me ha dado por imaginarme los bordes de las calles y caminos del pueblo llenos de lirios. O de caléndulas, o de tomillos y lavandas. O de vincas en la sombra. En lugar de suelo fumigado, envenenado como han pasado otros años. ...Aunque espero que sea verdad lo que Armando ha dicho, que este año no van a echar herbicidas.
Lena
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