viernes, 20 de febrero de 2015

Se necesita un centro de día en Navaluenga

Como este invierno he tenido la ocasión de tener varias conversaciones interesantes con Noelia, le he pedido que escribiera un árticulo sobre su visión de alguna cuestión social de Navaluenga. Me ha mandado estas reflexiones. 

(L)

De regreso a mis orígenes

Salí de Navaluenga hace ahora 10 años, y hace dos meses he vuelto muy ilusionada, - ilusionada por pasar tiempo con mi gente, con mi familia, e ilusionada también por trabajar y poder aportar algunos de mis conocimientos que he ido adquiriendo este tiempo fuera para que mi pueblo progrese, para que Navaluenga y su gente pueda vivir un poquito mejor (si es que algo está en mis manos)

La impresión más dolorosa que he tenido desde que estoy aquí es observar como la salud mental y psicológica de los habitantes de este municipio está completamente abandonada, especialmente la de nuestros mayores.  No es complicado saber que la población de Navaluenga es una población envejecida, y que muchos de nuestros mayores son dependientes. Estas personas dependientes necesitan al menos una persona que esté para ellos/as las 24 horas del día, debido a -como bien sabemos- la carencia de recursos y lugares para este fin.

¿ Que recursos se necesitarían?
En primer lugar un Centro de Día es algo incuestionablemente obligatorio dado las características de la población de Navaluenga, un centro de día público, con una cuota adecuada a los recursos económicos de los vecinos de Navaluenga.

¿ Porque es tan importante el trabajo mental y físico con nuestros mayores?
Estimular y mantener activos a nuestros mayores retrasa enormemente el avance de las enfermedades cognitivas como son el alzhéimer y la demencia, y contribuye asimismo a que prevalezca en ellos una mayor calidad de vida.

Asimismo,  nuestros mayores tienen derecho, independientemente de tener una enfermedad de este tipo, a no encontrarse solos, a no sentir que nadie les acompaña  en este último tramo de sus vidas, y verse, por el contrario, rodeados de gente con quien pasar sus día a día, con quien poder hablar y compartir las numerosas hazañas de sus vidas, gente que no les permita caer en la tristeza y que les anime a vivir esta época de su vida con la calidad que se merecen.

Los familiares y cuidadores no pueden abarcar todos los cuidados que exige una persona dependiente, por eso es necesario un equipo terapéutico formado para este fin.

Cuidar a un dependiente requiere mucha fortaleza mental, física y emocional. La persona en cuestión se va a enfrentar a situaciones que pueden llegar a perjudicar gravemente su salud física y psicológica. Es lo que se llama  “síndrome del cuidador”, y creo que en éste pueblo hay ya muchos adultos sufriendo este síndrome al no poder dejar a sus mayores en un lugar seguro y óptimo para este fin.

Vincent Van Gogh (1853-1890)
El cuidador se verá expuesto a sentimientos tales como la depresión, ansiedad, y culpa, sentimientos que empeoran notablemente la calidad de vida de estos cuidadores, de sus parejas y de su familia en general.

¿Qué generaría un centro de día?
El centro de día generaría empleo, empleo y posibilidad de vivir en este bonito lugar a algunos de los jóvenes del pueblo bien formados que han tenido que marcharse por obligación, jóvenes que ni siquiera han podido preguntarse ¿ me gustaría vivir en Navaluenga?

Políticos, amigos, vecinos y vecinas de Navaluenga, demos a nuestros padres, abuelos, a nuestros mayores en general, la oportunidad de vivir su vejez como se merecen, no les quitemos su derecho a ser felices, no les neguemos la oportunidad de seguir siendo personas, humanos, con sentimientos. Y protejamos también a nuestros cuidadores, a esos hombres y mujeres que han dejado de cuidar a sus hijos para cuidar a sus mayores, ¿ cuando van a tener tiempo de pensar en ellos mismos?


Noelia

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