El sábado tuvimos nuestro
Encuentro sobre Desarrollo Sostenible en el Salón de Actos del Ayuntamiento de
Navaluenga. Estuvimos unas 20 personas, en medio de la muy bonita exposición de
setas, que abrió después de terminar nuestra charla.
Realmente fue un encuentro
entre gente que no siempre tenemos la oportunidad de compartir ideas y
experiencias – gente de diferentes pueblos, “colores políticos”, y actividades.
¡Hasta estuvieron DOS alcaldes!: Armando, aunque llegó un poco tarde (por eso
no está en la foto), y José María, de Ortigosa del Ríoalmar. Gracias a todos
por venir.
Juan Manuel, de Navatalgordo, nos
contó de su trabajo como apicultor, y Wendy y Rafa Mancebo nos contaron de como
el turismo del vino puede dar un impulso a la vida económica de un territorio
–si la comunidad se implica- y de la importancia de la creación del sello D. O
Vinos de Cebreros (que engloba 35 municipios) que está en marcha.
Un aspecto importante tanto de la
apicultura como de la viticultura, es que no sólo permiten vivir a la gente que
se dedica a estos trabajos , sino tienen también efectos positivos indirectos,
como es la polinización de huertas, y la conservación de variedades de uvas
tradicionales, reclamo turístico, etc.
Las dos actividades se encuentran
en los sectores que se deben promover para hacer la transición a una Economía
Verde – una economía que sea capaz de generar prosperidad sin superar los
límites ecológicos del planeta; que no emita muchos gases de efecto
invernadero, que haga un uso eficiente de los recursos, y que promueva la
equidad y la solidaridad.
Otros sectores a promover son las
energías renovables, toda la agricultura, ganadería y silvicultura ecológicas,
la rehabilitación de edificios, la gestión de residuos, los cuidados, la
educción, la cultura...
El Desarrollo (al menos
como yo lo entiendo) no sólo se refiere a actividades económicas, sino a realizar
el potencial en general: de un territorio, un paisaje, de una comunidad y
de cada persona. Es decir, buscar el aumento de belleza, felicidad, diversidad
y productividad. Para eso hay que conocer y entender los recursos. Aunque por
supuesto es fundamental encontrar la forma de obtener unos ingresos para poder
vivir en determinado sitio, pienso que también nos desarrollamos como personas
a través de la cultura (cultura como expresión de todo lo humano), la
participación política y social, y las oportunidades de encuentros con otras
personas.
Para determinar si el desarrollo
es sostenible o no, también tenemos que conocer y entender los
ecosistemas y los límites del planeta. Hay que pensar globalmente,
considerando las consecuencias de una actividad –tanto en el tiempo como en el
espacio.
Por lo tanto, el desarrollo
sostenible se expresará de muchas formas distintas, según el lugar. Pero hay
ciertos principios básicos que siempre deberíamos seguir. Son:
-
Conocer y aprovechar los recursos locales
-
Intentar satisfacer el máximo de las necesidades de la gente localmente (cerrar los ciclos)
-
Asumir nuestras interdependencias y trabajar juntos
-
Buscar un uso para todo, incluso para los desechos y residuos.
-
Economizar la energía, y hacer la transición a fuentes de
energía renovables.
Lena