sábado, 10 de marzo de 2018

"Debemos planificar nuestra gestión del agua para los extremos"

Sigue lloviendo; por esta vez nos hemos librado de la sequía que amenazaba reducir los ríos a arroyos o cauces secos, y peligrar las cosechas y hasta el abasteciemiento de agua a poblaciones.

Eso es bueno. Lo malo es que ahora los gobiernos en todos los niveles se olvidarán que estamos en un país de escasez endémica del agua, y seguirán promoviendo cultivos tan contaminantes y consumidores de agua como por ejemplo los de fresas.

Estos son algunos de los datos recogidos en el artículo "Radiografía de la sequía que viene" (publicado antes de llegar la borrasca), de Santiago Sáez (La Marea, febrero 2018):

En 2017 la precipitación anual en España fue un 27% menor que la media, y en 380 municipios hubo algun tipo de restricción del uso del agua.

80% del agua se destina a la agricultura, y la superficie de regadío no para de crecer; en los últimos 10 años ha aumentado 11,5%.

El artículo cita también a Nuria Hernández-Mora, economista e investigadora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, que dice algo que debería ser de sentido común (algo también cada vez más escaso): 

"Nuestro clima es un clima de contrastes y cada vez lo será más. Debemos planificar nuestra gestión del agua para los extremos -para las sequías e inundaciones- y no para la media".

Y Julio Barea, de Greenpeace, subraya que no necesitamos más embalses, sino cumplir la legislación ya disponible, como la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.

El Río Alberche, en su paso por la urbanisación El Rincón



Lena

1 comentario:

  1. "No hay mejor embalse que las hojas de los árboles"

    Muchas gracias por la información y las bellas imágenes que compartes.

    ResponderEliminar