Aunque en realidad todos los árboles -igual que todas las personas- son "singulares", hay algunas más singulares que otras. El domingo pasado ví este, que es uno de los alcornoques más grandes de nuestra provincia.
Está junto a la carretera N-502 entre Arenas de San Pedro y Talavera, en el cruce de Hontanares.
Primero lo pasamos, y tuvimos que hacer bastantes kilómetros antes de poder dar la vuelta; luego encontrar un sitio donde aparcar el coche en la carretera a Hontanares junto al cercado donde al otro lado pastaba ganado bravo (o al menos eso decía un cartel), y jugarnos la vida al cruzar la N-502 por la que pasaban los coches a gran velocidad.
Lo cuento porque me parece que es como se organiza el mundo cada vez más: para moverse rápido y en coche particular, con cada vez más dificultad para pararse o desviarse del "recto y ancho camino", y con la mayor parte del territorio cercado y en manos de gente rica...
Caminar, hacer las cosas despacio, escucharnos los unos a los otros (y no sólo a los que más alto gritan, o los que más poder o dinero tienen) prestar atención a las cosas pequeñas (...que me perdonen la contradicción, porque en este caso estoy hablando de un alcornoque gigante...), también son formas de Resistencia necesaria a las tendencias que están haciendo el mundo a la vez menos humano y más alejado de la Naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario