jueves, 9 de febrero de 2017

Hoy soñé...

El fin de semana en Asturias no dió sólo para aprender sobre lobos, ver paisajes hermosos, pisar la playa y escuchar las olas del mar, sino también me permitió conocer a algunas personas muy interesantes. Una de ellas era Emma Alvarez, que tiene apartamentos rurales en el parque natural Somiedo (¡yo iré allí en cuanto pueda!) http://lapinietsa.com/ , y que también escribe unos artículos muy bonitos y llenos de sentido. Como este, que fue publicado en "Asturias 24" (ahora convertido en "La Voz de Asturias"). ¡Gracias, Emma!:


Hoy soñé con un mundo rural al revés.
En un país del norte de España había un mundo rural lleno de personas que vivían de lo que producían. Había niños y niñas con escuela donde aparte de las materias curriculares les enseñaban otras muchas, que se impartían en plena naturaleza ayudándoles así a comprender, respetar y entender el mundo en el que vivían.
La mayoría de esas niñas y niños, al finalizar los estudios, no deseaban marchar a la ciudad, pues salían con los conocimientos suficientes para poder llevar una buena vida en este lugar. Les enseñaban la manera de producir más y mejor, de utilizar los recursos naturales sin dañar la naturaleza. Salían con la suficiente preparación de la escuela para que nadie pudiera comprar su voto, ni su silencio.
Eran pueblos modernos con conexión a Internet, con saneamiento, con recogida de basura orgánica, todo se reciclaba, porque muy poco plástico se producía. La mayoría de los habitantes vivían de la carne que producían sus vacas. No necesitaban muchas, sólo las que podían cuidar y les proporcionaban lo suficiente para vivir. Otros vivían de la agricultura. Como complemento a estas actividades tenían hospedaje para los visitantes. El turismo era un complemento fundamental, les ayudaba económicamente y servía para enseñar los valores y los conocimientos de los campesinos a los que se acercaban a conocerlos. Todo se respetaba porque todo formaba parte de nuestra casa; los animales nos proporcionaban la comida, el paisaje nuestra forma de vida, el medio ambiente cuidaba nuestra salud. Se convivía con la fauna salvaje sin interferir en ella, ellos nos respetaban, nosotros también. Si tenían hambre y poco que comer (no solía pasar porque ellos se regulaban muy bien) y comían algo de lo nuestro, la administración, cumplidora es sus funciones(sabía de la importancia que teníamos ambos) pagaban los daños sin rechistar. Es verdad que poco pedíamos pues vivíamos de nuestro trabajo. Era un mundo rural donde las palabras eran hechos, no hacía falta tanta burocracia porque la gente así era mucho más feliz. Nunca salían los políticos en la televisión hablando de desarrollo rural porque no hacía falta ganarse los votos así; en aquel país los votos se ganaban con ejemplos reales. En la televisión daban documentales de otra época donde los ganaderos quemaban los montes, para tener pastos, donde los políticos daban permiso para matar lobos porque comían cabras y ovejas. Esos documentales eran muy ilustrativos y todos sabíamos que era el ejemplo de lo que no se debía hacer. Los pueblos estaban llenos de vida, las casas habitadas, los prados limpios, los bosques frondosos, las tierras cultivadas, las escuelas llenas, las plazas llenas de juegos. Soñé que vivía en ese mundo que tanto escuché en boca de quienes no lo han hecho posible.
Amaneció y me encontré que de ésto nada había, pero con muchas ganas de convertir el sueño en realidad.
Emma Alvarez

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También recomiendo su artículo "Urbanitas" (y todo lo demás que ha escrito), publicado en el blog "Verdes y Libertarias":

http://www.verdesylibertarias.com/urbanitas/

Como todavía no he estado en Somiedo, no tengo fotos de allí. Pero pongo otra de Asturias, del pueblo de Tazones:



    Lena

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