Esta mañana una amiga me informó que habían comentado mi
entrada “Peticiones” en un nuevo blog, Navaluenga 365*, de administrador
anónymo.
En mi entrada escribo lo siguiente:
No puedo ver las
imágenes o videos sobre las matanzas de los toros de la Vega. Reconozco que
sólo pensar en ello me despierta una violencia bastante primitiva, y a pesar de
creer firmemente en la no-violencia, me encuentro deseando que los toros al
menos tengan tiempo de matar a alguno de los participantes en esa barbaridad
antes de morir.
Esto, en “Navaluenga 365*”, lo interpretan como que deseo la muerte a los
que no opinan como yo.
Tiendo a pensar que es una interpretación malintencionada, pero me puedo
equivocar. Quizá el malentendido es sólo atribuible a lo difícil que es la
comunicación.
Que los otros no piensen u opinen como yo lo considero normal. Ni con mis
amigos estoy siempre de acuerdo. Por supuesto que hay opiniones e ideas
díficiles de aceptar – pero no siempre se corresponden con los actos de
las personas. Por ejemplo, conozco a personas que en un momento dado puede
expresar ideas que a mí me suenan bastante racistas – o al menos
antiextranjeros- y sin embargo, cuando están delante de personas concretas ese
racismo se esfuma. Y viceversa (de esto hace unos años ví una película dura
pero interesante: “Crash”, de Paul Haggis).
En Tordesillas se trata de actos. Del acto de torturar a otro ser
vivo. Y sí, siento lo que escribo arriba. Hasta podría tomar ese sentimiento
mío como evidencia de que la violencia es un círculo vicioso, que la violencia
engendra siempre más violencia.
Y ya que la entrada de “Navaluenga 365*” me ha impulsado a escribir otra
vez de este tema, aprovecho para dejar claro que personalmente estoy en contra
de todas las corridas de toros (o al menos las donde se torture o mate al
animal)
Es difícil imaginarse un mundo completamente libre de sufrimiento. Sin
embargo, pienso que es nuestra responsabilidad intentar minimizar ese
sufrimiento (tanto de seres humanos como de otros seres vivos). Por ejemplo, si
decidimos incluir carne en nuestra dieta, procurar que los animales tengan una
vida buena y una muerte rápida. Y por supuesto, no matar o hacer sufrir como
entretenimiento. Estoy de acuerdo con lo que me decía el otro día una amiga:
ciertas cosas sólo se pueden defender si se carece de la capacidad de sentir empatía
con el otro.
Me parece una pregunta importante, el cómo minimizar el sufrimiento.
Además, me surgen otras incipientes reflexiones en torno a este “debate”.
Por ejemplo:
Las ideas y los actos no son iguales, pero tampoco las ideas son
“inocentes”¿Cuál es la relación entre los dos? ¿Y dónde debe estar el limite a
la tolerancia a las ideas?
Y la violencia, ¿de dónde viene? ¿Es inherente al ser humano, o es algo
aprendido, o al menos fomentado? Hay sociedades más o menos violentas, igual
que personas más o menos violentas...
Etc, etc.
Por cierto, escribí un comentario a la entrada en “Navaluenga 365*”.
Todavía no ha aparecido; me imagino que es porque el administrador aún no lo ha
visto, porque el comentario de ninguna manera se podría considerar ofensivo o
insultante.
Acabo de mirar por última vez en "Navaluenga 365*" si han publicado mi comentario. No lo han hecho. Y como sí deben de haberlo visto, ya que han escrito una nueva entrada hoy, deduzco que están ejerciendo una censura bastante extrema. Este era mi comentario:
ResponderEliminar"No sé bien a quién dirigirme, ya que estas entradas, a diferencia de la mía, no vienen firmadas. De todos modos agradezco que hayan puesto el enlace a Plazuelanavaluenga, ya que mi blog no es muy conocido. Además, como me habéis citado, confío en que la mayoría de la gente sepa leer y entender lo que realmente se dice. Es decir, no se trata de "desear la muerte a alguien que no opina como yo"; sino reconozco que me surge una "violencia primitiva" deseando que la victima de una tortura (el toro) al menos pueda defenderse (o más bien vengarse) matando a sus torturadores. Esto no significa que yo quiera matar a nadie; al contrario, pienso que la violencia es un círculo vicioso. Creo en la no-violencia, pero esto no quiere decir que siempre esté llena de sentimientos de paz, serenidad y bondad (por mucho que lo intente. A lo mejor el autor de esta entrada sí). Pero sí prohibiría estos "espectáculos" si yo pudiera."
Que haya mucha gente que no estén de acuerdo con lo que se escriba en Plazanavaluenga o Plazuelanavaluenga me parece normal, y que se creen otros blogs un poco en respuesta o como crítica también. Lo que sí me parece tristemente llamativo es que se haga de forma anónima. La verdad es que me parece bastante cobarde, además de poco sincero y poco serio. ¿Por qué no se puede debatir con argumentos y a cara descubierta, escuchándonos los unos a los otros?