Suecia 2 (y España...)

Otra pequeña reflexión relacionada con mi estancia en Suecia (sin desarrollar, ya que me resulta difícil pensar largamente sentada en una silla. Necesito caminar, o dialogar con otra persona o con mis propias experiencias y prácticas).

Mirando la gente en la calle, las casas, los coches, las tiendas y restaurantes, los parques, la residencia (pública) donde está mi madre...esta vez la sociedad sueca me ha parecido muy próspera. Pienso que esta prosperidad en parte se debe al mérito de ser una sociedad con mucha más igualdad que la española, ya que esto, aparte de ser justo, también beneficia la economía del país. La otra parte, que habría que conocer más a fondo, es menos gloriosa; tiene que ver con la explotación de los países del tercer mundo, en el que Suecia participa igual que la mayoría de los países industrializados (por mucho que las empresas como IKEA y H&M intentan vender una imágen amable y socialmente responsable). En todos lados suele haber muchas cosas turbias que la gente en general no conocen (como por ejemplo que Vattenfall ha demandado al gobierno alemán por su decisión de abandonar la energía nuclear, lo que se traduce en la pérdida de unos beneficios con los que la empresa sueca había contado).

Otro problema, tanto en Suecia como aquí entre la gente que goza de un buen nivel material de vida, es que se suele dar por sentada esa prosperidad - considerarla normal, merecida y como algo que va a continuar (o incluso aumentar). Pero desde hace ya más de treinta años los seres humanos en nuestro conjunto estamos consumiendo (y contaminando) más de lo que la Tierra puede producir y digerir.

La corrupción seguramente existe también en Suecia, aunque en comparación con aquí creo que es muy pequeña. Sobre todo porque todavía NO SE TOLERA. Si se descubre que algún político prevarica, normalmente eso significa el fin de su carrera política. En cambio aquí nos escandalizamos continuamente de los casos de corrupción sobre los que leemos, oímos o que presenciamos, y a pesar de eso no pasa nada.

Esto hace que nuestra relaciones con las autoridades sean muy distintas. En Suecia el gobierno y los ayuntamientos realmente parecen llevar a cabo proyectos interesantes relacionados con el medio ambiente, la cultura, los asuntos sociales...Mientras que aquí, en lugar de trabajar junto con las autoridades, me parece que cada vez que queremos impulsar algún cambio lo tenemos que hacer EN CONTRA de ellas.

Es trabajoso, pero también nos obliga a tomar iniciativas, a confiar en nosotros mismos, a ser activos (y críticos). Desde hace unos años, en España hay muchísimas iniciativas particulares y colectivas interesantes en todos los ámbitos (de los que yo me entero por leer publicaciones independientes, aunque dudo que se informe mucho sobre ellas en los grandess medios). 

Para terminar, antes de salir a mi realidad de aire seco y caliente, voy a poner unas fotos más de Suecia:

Abundancia lactea: toda una pared llena de diferentes tipos de yogures. Casi me entra el estrés por no saber cual elegir...

No hay montañas, pero sí lagos. Este está en Laxne, a unos 80 kilómetros de Estocolmo.

El "Punto Limpio" en Laxne, una pequeña pobación de unos 200 habitantes.

Viviendas en Estocolmo. Por todos lados hay árboles grandes y hermosos.

Lena