En su facebook, y en un cartel grande colgado en el balcón, el Ayuntamiento de Navaluenga anima a votar para que nuestro pueblo sea el "Capital de Turismo Rural 2019".
Este distintivo es una figura creada por la plataforma "Escapada Rural" para promover las casas rurales. No hay criterios que tengan que cumplir los pueblos candidatos, sólo reunir el máximo de votos posibles.
En un artículo de Avilared, del 21 de marzo, el alcalde de Navaluenga dice sentirse "ilusionado, por todo lo que supone" encontrarse entre los 10 pueblos finalistas.
No todas las personas nos sentimos ilusionadas por la perspectiva de aumentar aún más la masificación de turistas en temporada alta.
En el blog de la "Cosmopolilla" - la "embajadora por Navaluenga"-, igual que en la página de "Escapada rural", se resalta sobre todo el entorno natural y la gastronomía (...aunque no sé de dónde ha sacado la idea de que en Navaluenga está el bosque de abedules más grande de Castilla y León...). Y aparece la eterna foto del puente románico, ya que en otras partes del pueblo no es fácil encontrar rincones lo suficientemente bonitos como para atraer visitantes.
No sorprende, porque no se cuida mucho ni el pueblo, fuera de las dos plazas y la zona de las piscinas del río, ni el entorno; aunque con tal de que simplemente no se destruya nos damos por contentos, conociendo la idea del ayuntamiento de "lugares limpios", es decir: asfalto, césped, árboles mutilados, etc.
Pero ojalá la imágen que da la "Cosmopolilla" fuera verdad: de Navaluenga como un pueblo donde la amabilidad de la gente se palpara en cada esquina, donde encontraramos la paz y la sabiduría del mundo rural, donde el turismo se enfocara a actividades que nos conectara con la naturaleza y al disfrute de una gastronomía basada en productos locales...
Para ver los diez pueblos finalistas, y votar al que consideramos más merecedor de ganar este año (...o al que pensamos se beneficiaría más en su conjunto de un aumento de clientes en sus casas rurales):
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Pues en este pueblo nuestro, candidato de Capital de Turismo Rural, el ayuntamiento ya ha aplicado veneno para que la hierba en los bordes de las calles sea de un marrón o amarillo enfermizo en lugar de verde. Como siempre sin señalizar, incumpliendo la legislación al respecto.
No sabemos qué herbicida se ha utilizado, pero creo que la mayoría de los que más se usan se basan en el glifosato, el herbicida más conocido por el público en
general, y sobre el que existen muy numerosos estudios de cómo afecta a
los humanos y a los ecosistemas.
Copio aquí la información que publiqué en una entrada anterior:
Los
efectos a corto plazo de una exposición al glifosato incluyen
vómitos, diarrea, problemas respiratorios, erupciones cutáneas,
dolor abdominal, conjuntivitis y visión borrosa, palpitaciones,
aumento de la presión arterial, mareos…
A
largo plazo, las exposiciones repetidas -incluso a dosis muy bajas-
están relacionadas con alteraciones hormonales, daños al hígado y
riñón, daños reproductivos y genéticos, y diferentes tipos de
cancer (en especial, con el linfona no Hodgkin y el mieloma
multiple).
En el pasado mes de agosto, un tribunal de EE.UU. condenó a Monsanto a pagar
casi 290 millones de dolares en daños a Dewayne Johnson, por no
advertir que el glifosato del herbicida que usaba Johnson era
cancerígeno. Johnson
sufre un linfoma no Hodgkin incurable, que atribuye al hecho de que
durante dos años rociaba unos terrenos escolares con los herbicidas
Roundup y RagenrPro. El jurado, después de deliberar durante tres
días, también llegaron a la misma conclusión.
Glifosato
también ha sido patentado como un antibiótico. Lo preocupante es
que parece tener un mayor impacto negativo sobre las bacterias
beneficiosos que sobre los patógenos. Cada vez más se está
descubriendo la importancia de que exista una microbiota amplia y
equilibrada en el intestino humano, y la destrucción o alteración
de esta microbiota puede que sea parte de la explicación del
aumento de muchas enfermedades como cancer, diabetes, alergias, asma,
esclerosis múltiple, etc.
Su
persistencia en el suelo varia desde menos de una semana hasta más
de un año. En el agua tarda como media 70-80 días en reducirse a la
mitad. Es tóxico para los organismos acuáticos, con efecto
duradero.
Lena Pettersson
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