viernes, 23 de noviembre de 2018

Herbicidas en las carreteras

Foto: Pedro Herrero

En el próximo pleno de la Diputación, el 26 de noviembre, Trato Ciudadano presentará una moción para que se elimine el uso de herbicidas en la limpieza de los bordes de las carreteras.

Las sustancias que se utilizan ahora son muy tóxicas para vida acuática, y presentan graves riesgos para la salud humana.

Ya en 2014 el Procurador del Común recomendó valorar la sustitución de los herbicidas por siegas y desbroces.

Hasta ahora la Diputación ha elegido realizar limpieza de los bordes de las carreteras mediante la aplicación de herbicidas, salvo en el Parque Regional de la Sierra de Gredos. La empresa encargada para la Zona 2 de la provincia es ELSAMEX, S.A, que en su informe del 10 de octubre justifica este método alegando que se trata de “zonas de difícil acceso”.

El plan actual es fumigar en primavera (10-20 de mayo), y también en otoño (28 de septiembre-26 de octubre), y se utilizará una mezcla de los productos PISTOL FLEX, SPASOR PLUS y VELEZIA.

El Registro de Productos Fitosanitarios advierte que el PISTOL FLEX (Difluvenican 36% e Iodosulfuron-metil-sodio 1%) es muy tóxico para los organismos acuáticos, con efectos duraderos, y que puede provocar irritación ocular grave. También establece que no se debe entrar en la zona tratada hasta que la aplicación se haya secado, período durante el cual “se señalizará la zona tratada convenientemente, impidiendo el acceso a personas ajenas al tratamiento”.

Sería difícil impedir el acceso a las carreteras a personas ajenas al tratamiento. Y parece poco viable obligar a ciclistas y paseantes llevar mascarillas y gafas protectoras.

Pero según ELSAMEX los productos utilizados no suponen ningún riesgo ni para la salud humana, ni para la fauna terrestre o acuícola.

Sin embargo, según el registro oficial, también SPASOR PLUS es tóxico para los organismos acuáticos, con efectos duraderos. Contiene 36% de glifosato, el herbicida más conocido por el público en general, y sobre el que existen numerosos estudios de cómo afecta a los humanos y a los ecosistemas.

Los efectos a corto plazo de una exposición al glifosato incluyen vómitos, diarrea, problemas respiratorios, erupciones cutáneas, dolor abdominal, conjuntivitis y visión borrosa, palpitaciones, aumento de la presión arterial, mareos…

A largo plazo, las exposiciones repetidas -incluso a dosis muy bajas- están relacionadas con alteraciones hormonales, daños al hígado y riñón, daños reproductivos y genéticos, y diferentes tipos de cancer (en especial, con el linfona no Hodgkin y el mieloma multiple).

En agosto este año, un tribunal de EE.UU. Condenó a Monsanto a pagar casi 290 millones de dolares en daños a Dewayne Johnson, por no advertir que el glifosato del herbicida que usaba Johnson era cancerígeno. Johnson sufre un linfoma no Hodgkin incurable, que atribuye al hecho de que durante dos años rociaba unos terrenos escolares con los herbicidas Roundup y RagenrPro. El jurado, después de deliberar durante tres días, también llegaron a la misma conclusión.

Glifosato también ha sido patentado como un antibiótico. Lo preocupante es que parece tener un mayor impacto negativo sobre las bacterias beneficiosos que sobre los patógenos. Cada vez más se está descubriendo la importancia de que exista una microbiota amplia y equilibrada en el intestino humano, y la destrucción o alteración de esta microbiota puede que sea parte de la explicación del aumento de muchas enfermedades como cancer, diabetes, alergias, asma, esclerosis múltiple, etc.

Su persistencia en el suelo varia desde menos de una semana hasta más de un año. En el agua tarda como media 70-80 días en reducirse a la mitad. Es tóxico para los organismos acuáticos, con efecto duradero.

Pero según ELSAMEX el Glifosato no es tóxico ni para las personas ni para los mamíferos, ya que “reprime la actividad de una enzima que sólo existe en los vegetales”.

Por todos los riesgos que el uso de herbicidas implica, el Procurador de Común recomendó en una Resolución del 2014 quese valore erradicar el uso de herbicidas en la limpieza de las márgenes del resto de las carreteras, utilizando, en cambio, medios mecánicos de siega y desbroce.”

Argumenta que aunque los medios mecánicos resultaran más caros, “las administraciones no deben olvidar que uno de los principios rectores de la política social y económica reconocidas en la Constitución Española debe ser la protección de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona con el fin de que los ciudadanos puedan disfrutarlo (art. 45), y que el patrimonio natural es uno de los valores esenciales para la identidad de Castilla y León (art. 4 del Estatuto de Autonomía)”.

De esta manera también se cumpliría lo establecido tanto en legislación europea como la estatal (Directiva 2009/128/CE y Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios).

Además, el posible aumento de costes sería por más manos de obra, es decir por empleos.

La Resolución del Procurador fue dirigida a la Junta de Castilla y León, las Diputaciones provinciales y los municipios de más de 5000 habitantes.

La Diputación de Ávila acceptó las recomendaciones, aunque luego las haya olvidado.

En paises como Estados Unidos, Alemania, Holanda, Noruega o Suecia, cada vez más se consideran los bordes de las carreteras como corredores ecológicos y reservas de biodiversidad, y la vegetación como un recurso que hay que gestionar, en lugar de erradicar.

Para eso se analizan diferentes tramos para elegir los métodos más adecuados: siega y desbroce (en determinadas fechas, y en algunos sitios llevándose la vegetación cortada para convertirla en compost o en biomasa), pastoreo controlado, quemas controladas (con intervalos mínimos de 3 años), aplicación limitada de herbicidas (por ejemplo en lugares con muchas plantas invasoras), o incluso siembras de selecciones especiales de plantas nativas.

Cuneta sin fumigar, en el mes de julio
Lena Pettersson

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