Ayer estuve en Ávila, y pasé por la pequeña Plaza de San Nicolás. Está rodeada de árboles plataneros, y cubierta de baldosas manchadas de excrementos de aves. En el centro hay una farola sin bombillas. No hay ninguna flor.
Contrasta con el centro de la rotonda que se ve desde allí, que sí está lleno de flores. También hay muchas lineas plantadas de flores (casi siempre petunias) separando las calles de diferentes direcciones.
En cambio la mayoría de los espacios por donde no pasan los coches -o los turistas- están caracterizados por una gran austeridad.
La tendencia es cuidar las fachadas, y olvidarse de lo demás. En Ávila, muchas calles detrás de las zonas turísticas son completamente cutres y abandonadas.
Pasa lo mismo en Navaluenga. Se dedica mucho tiempo y dinero a mantener bien unas cuantas zonas, con un cesped impoluto (que es caro establecer, y requiere mucho agua y mantenimiento), como las piscinas naturales, la entrada del pueblo, o la zona entre la Guardia Civil y el Ambulatorio, mientras que en otras zonas no se hace casi ningún mantenimiento.
Como en el cauce que atraviesa el pueblo, que está lleno de maleza (...parte de la cual podría ser plantas decorativas si alguien supiera controlarlas con un poco de sentido estético...), que no se corta y que además de feo constituye un riesgo de incendio:
Y en el Parque de las Eras, algunos de los árboles que cada año son mutilados se están convirtiendo en un especie de arbustos:
Es una auténtica pena, en Navaluenga no hay un auténtic@ jardinero en todo el pueblo, cogen la máquina y "ala to palante" que poca sensibilidad y cuanto a aprender... pero como todo lo saben pues no aprenden.
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