Mi huerta-jardín cumple muchas funciones: me da alimento, belleza, y trabajo terapeútico que me ayuda a contrarrestar la rabia, tristeza y preocupación que facilmente surge en una al enterarse cómo nos estamos destruyendo a nosotros mismos y al planeta.
También atrae y alimenta a varios tipos de polinizadores, cuyas poblaciones están en declive debido al uso generalizado de agrotóxicos, y a la pérdida de sus hábitats.
Ayer me dio alegría ver esta Cola de golondrina, o Podalirios (Iphiclides feisthamelii), que suele aparecer cada verano.
Lena
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