El Pleno (1)

Puedo confirmar que ahora los plenos son mucho más interesantes que en la anterior legislatura. El de hoy duró algo más de dos horas, y estábamos una veintena de personas en el público. Aun así, una no sale del pleno con el espíritu muy alto, digamos.

Cuando llegué (unos minutos tarde), se estaba tratando el punto de los Presupuestos. Sólo tuve tiempo de enterarme del dato sobre él que Isidoro (Vecinos) llamó la atención: sólo 20.000 euros dedicados a ayuda a familias necesitadas y a asociaciones sin ánimo de lucro, mientras que la partida dedicada a los festejos asciende a 160.000 euros.

Según Armando, por ley no puede haber un incremento presupuestal mayor de 1,7%. Sin embargo, admite que la distribución de las diferentes partidas puede modificarse: “Estamos abiertos a qualquier sugerencia”, dijo.

Esto de la apertura del alcalde y del gobierno local es una palabra que oímos mucho en los plenos. Pero al menos yo no veo que corresponda con la realidad. Si realmente están abiertas a que participen los grupos de la oposición, o los vecinos en general, habrá que establecer CANALES para esa participación. Y como siempre, tanto PSOE y Comprometidos como Vecinos se quejaban de la falta de transparencia y participación en la elaboración de los presupuestos.

Sobre la reducida cantidad de dinero destinado a las familias (...siempre se habla de familias, aunque también una persona que vive sola puede necesitar ayuda) que no puedan satisfacer sus necesidades básicas, Armando dijo que no nos preocupáramos, que siempre encontrarían ayuda en el ayuntamiento. No sé si esto realmente tranquiliza a alguien, a mí desde luego que no. Porque si las necesidades se determinarán por parte del alcalde o la teniente de alcalde, no es para sentirse muy tranquilo; yo NO les conozco por actuar con criterios claros e imparciales.

Mañana seguiré escribiendo sobre algunos de los puntos tratados, pero aquí quiero relatar la pequeña “conversación” (intercambio de palabras no digno de ese nombre) que tuvimos Maruja y yo con el alcalde después del pleno. Solicitamos el uso de la biblioteca un par de horas cada dos semanas para las charlas que vamos a seguir organizando, y comprobamos lo que Mar ya había dicho: nos lo niegan. ¿Bajo qué criterios? ¿Criterios? Pues porque a Armando no le da la gana: él “es el alcalde, y decide a quiénes conceder el uso de los locales públicos y a quiénes no”.

Es posible que sea más facil solicitar un local público si nos establecemos como asociación; nos lo estamos pensando, y hablaremos de ello con los 13 personas que estaban en la última tertulia (la del tema que “no tiene nada que ver con el pueblo”: los conflictos...), y con los otros de nuestro grupo de consumo.

Por el momento, Armando me ha confirmado lo que escribí en mi entrada del 20 de enero, que:

... nuestro gobierno local no quiere facilitar para nada la reflexión, debate o conocimiento, y que el alcalde y los concejales del PP tienen la idea equivocada de que "el pueblo es suyo".

Yo pienso que no cumplen con su responsabilidad (lo que cuento arriba es sólo un pequeño ejemplo), como la estipula el artículo 9 de la Constitución Española en el punto 2:

“Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas: remover los obstáculos que impiden o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.”

Lena

O. Andersson