No se ve muy bien en la foto, pero la pregunta número seis de Comprometidos
era: “Piensan enfocar las iniciativas del Ayuntamiento hacia otro modelo
turístico más sostenible y respetuoso?”.
A esto Armando respondió: “Entiendo que el tipo de turismo que tenemos
es bueno, con alguna excepción”.
Creo que en este punto los tres grupos de oposición estamos en profundo
desacuerdo con él. Primero, porque este modelo crea muchos problemas, y hasta
lleva a veces a gente a vender sus casas aquí y buscar pueblos más habitables.
Y segundo, porque no fomenta un verdadero desarrollo local, sino sólo enriquece
a los dueños de determinados establecimientos.
Es una impresión bastante compartida al menos entre la gente con la que yo
hablo, que cuanto más grandes los grupos que vienen, menos compran aquí, y –en
general- más molestías causan.
Para fomentar el desarrollo local hay que implicar a todo el tejido
económico y social del pueblo; que los empresarios sean de aquí, y que ellos a
su vez gastan al menos parte de sus beneficios en el pueblo (o en
pueblos cercanos); que se utilicen al máximo los recursos humanos y naturales
locales en los eventos que se organicen (por ejemplo en diferentes ferias), que
se fomente la cultura y el contacto respetuoso con la naturaleza tan formidable
que tenemos.
Ha empezado a recogerse firmas para una petición, iniciada por Vecinos, al
Ayuntamiento para que haga cumplir la Ordenanza Municipal de Convivencia
Ciudadana, y promueva un turismo de calidad, respetuoso con nuestro
patrimonio y medio ambiente. Y sería también importante que mucha gente
acudiera a la reunión que hay sobre el tema, esta tarde a las 20 horas en la
Biblioteca Municipal.
En cuanto a los grupos grandes: llama la atención la cantidad de casas
rurales en Navaluenga que se anuncian con una capacidad para 30, 50, 60, 124, y
hasta 198 plazas. ¿Cómo encaja esto con que la normativa actual establece un
número máximo de 16 plazas por casa? Incluso las casas rurales de la concejala
Maricarmen Martín se anuncia con capacidad para 60 personas, cuando lo
permitido sólo serían 48.
Este detalle me lleva al segundo punto que quería comentar: la complicada
relación con la Ley que se evidenció en algunas de las respuestas del alcalde
en el pleno.
Isidoro (Vecinos) mencionó los varios expedientes sancionadores de la
Confederación Hidrográfica del Tajo (por ocupación ilegal del cauce, desviación
de aguas, vertidos, etc) y preguntó si se han subsanado los defectos o corremos
el riesgo de tener que pagar más multas. La respuesta de Armando fue que a él
le parece que “la guardería de la Confederación ejerce una vigilancia excesiva
sobre nuestro ayuntamiento”.
Y cuando el concejal de Vecinos pidió aclaración sobre la anomalía de que
este verano se organicen conciertos y fiestas con música en el bar del campo de
golf (regido por un familiar del concejal Miguel Angel Jurado), a pesar de la
prohición expresa de la licencia de este bar, el alcalde quitó importancia al
asunto diciendo que la mayoría de los bares y quioscos del pueblo no cumplen la
normativa (o algo así decía).
No digo que yo o la gente en general tengamos una relación harmoniosa con
la “Justicia” (sobre todo no en estos últimos años, con tantas leyes injustas
creadas por el Gobierno del PP). Pero en un alcalde, una actitud así es más
problemática. O digamos que puede ser defendible ignorar una norma si a todas
luces es obsoleta o injusta. Sin embargo, las autoridades tienen la
responsabilidad de evitar la discriminación y los privilegios.
Porque como explicó el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedráz (que
archivó la denuncia sobre Zapata), a veces se aplica el Derecho Penal del
Enemigo, al “perseguir sólo a determinadas personas y no a otras”, algo que no
debería tener lugar en una democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario