Ayer fui a Madrid, para comer con mis amigos
de Ecooo. Cada dos o tre meses suelo ir allí a verlos, para dejarme inspirar y animar
por la pasión e inteligencia que distingen su trabajo, y por su cariño y
generosidad para compartir.
Me gusta caminar, y
al llegar (en autobús) a Principe Pío, casi siempre subo por la Cuesta San
Vicente, paso por delante del Palacio Real, y un poco más adelante tiro en la
dirección de La Latina y Lavapiés, donde se encuentra el Edificio Savia.
Pero ayer decidí
romper con este hábito. Me dí cuenta que el río Manzanares está muy cerca de la
estación, y que nunca he pasado a saludarlo. Así que, como tenía tiempo, me fui
en la dirección contraria a la habitual.
De esa forma llegué
a ver parte del ”parque” que hay allí, con sus anchas calles peatonales y sus
árboles en perfectas lineas rectas. No me gustó mucho, y sin embargo me gustó
ver algo diferente. Luego crucé el Paseo de la Virgen del Puerto y subí por el
Parque de Atenas y pasé por unos sitios muy ”poéticos” (que mueven cosas por dentro
de uno) con escaleras antiguas, árboles grandes y jardines frondos, edificios
bellos..., antes de irme zigzaceando hasta Lavapies.
Y gracias a que
buscara otra ruta, llegué también a descubrir ”Bajo El Volcán” una pequeña
librería (y tienda de discos de vinilo) especializada en comics, libros sobre
música y cine, y literatura. Hablé un poco con el hombre que trabajaba allí,
preguntando en qué criterios se basaba la selección (que me parecía muy buena)
en la sección de literatura. ”Los libros que a nosotros nos gustan”, me
contestó.
Me pareció un
criterio estupendo, y algo que contribuía al buen ambiente que se percibía en
el pequeño local.
En Avila, una
ciudad de unos 50 000 habitantes (?), que yo sepa sólo existe una
tienda -”Opalo”- que se puede considerar una librería. Las otras que he visto
son papelerías donde también se pueden pedir algún libro en el mostrador, pero
no pasarse tiempo explorando y ojeando libros (que creo que todos los amantes
de los libros nos gusta hacer).
¿Alguien me podría
explicar a que se debe ese hecho?
Mi pequeña
reflexión a raíz de mi visita a Madrid es que es importante intentar romper los
hábitos de vez en cuando, desviándonos de los surcos por los que nuestros
cuerpos y nuestros pensamientos se mueven por rutina.
Y aún más de las calles
principales a que nos lleva el afán de consumir, y de las autopistas de opinión a
las nos llevan los titulares de periódicos y telediarios (y la pereza
intelectual, además de la presión social).
Hay unos mundos
apasionantes fuera de allí.
Me gusta tu forma de vivir y de ver Madrid, es otra perspectiva, otro punto de vista,a la que no estamos acostumbrados los que visitamos las grandes calles comerciales que nos invitan o incitan al consumo.También disfruto de estas otras calles alternativas, como la zona de Lavapies, donde, por cierto, una amiga que ha leído este texto me comenta que en la calle Argumosa hay una cafetería-librería dónde puedes ojear y comprar libros a la vez que tomar un café.
ResponderEliminarMaricarmen