Ayer asistí al pleno de la constitución del nuevo Ayuntamiento. No sé si es
lo habitual – creo que no – pero estaba el Salón de Actos lleno de personas que
habíamos ido a presenciar la breve ceremonia.
No tengo yo mucha experiencia de estas cosas, y me sorprendió (y me chocó)
el anacronismo de que los concejales y el alcalde tuvieran que jurar o prometer
lealtad al Rey. Me parece bien la pequeña manifestación que hicieron los
concejales de Vecinos: Noelia al prometer cumplir las obligaciones del cargo “con
lealtad al Rey y a los vecinos de Navaluenga”, e Isidoro al añadir un “por
imperativo legal”. Y también la pequeña protesta referente a los
empadronamientos dudosos, en la que también participó Juan Carlos de
Comprometidos.
Cuando nos reunimos en Comprometidos después del pleno, pregunté a Juan
Carlos cuáles eran las “obligaciones del cargo” que todos habían prometido
cumplir. Me explicó que era una obligación general de “velar por los intereses
de los vecinos”, algo que sigue siendo bastante poco concreto, si no se definen
más a qué intereses se refiere. Igual que la expresión “por mi conciencia y
honor”, ya que hemos visto que las conciencias tienen niveles muy distintos de
delicadeza y exigencia...
Pero como también prometían cumplir y hacer cumplir la Constitución, quiero
copiar aquí partes de los artículos 1 y 9. La negrilla es mía.
Art. 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que
propugna valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Art. 9
1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y
al resto del ordenamiento jurídico.
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para
que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra
sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su
plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida
política, económica, cultural y social.
...Suena esto como un cuento bonito. Sin embargo, debemos exigir que estas
normas se cumplan.
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