Cuanto más me entero de cómo se produce la comida industrial -que es la que más encontramos en los supermercados- menos quiero yo colaborar con ese sistema de cultivo y producción injusto y contaminante, y más me radicalizo en mi ambición de sólo comer productos ecológicos, locales y/o de comercio justo. Y mejor aún: los que yo mismo haya cultivado - o incluso no cultivado, sino simplemente recolectado.
En los últimos meses, casi todos los días he estado comiendo unas ensaladas muy ricas, nutritivas y variadas. La base la constituyen unas pocas hojas de lechuga cultivada; pero a esas añado unos cuantos hierbas silvestres, adventicias (comunmente llamadas "malas" hierbas) y aromáticas frescas. Varian según la temporada, y según mis apetencias de cada día.
Cenizo |
Tres de las hierbas que más aparecen en los huertos, y que la mayoría de la gente se esforzan para eliminar, son hierbas estupendas para ensaladas. Son el cenizo, la pamplina y la verdolaga.
Del cenizo, o armuelle (Chenopodium album) se utilizan las hojas tiernas y frescas (también se pueden utilizar como las espinacas en tortillas y sopas). Son ricas en calcio, magnesio, fósforo, hierra y vitamina C. De la pamplina (Stellaria media) -que suele extenderse en el huerto sobre todo en invierno y primavera- todas las partes aereas tiernas son comestibles, incluso aunque esté floreciendo. La verdolaga (Portulaca oleracea), en cambio, es una hierba de verano, de la que se comen crudas las hojas y también los tallos.
Pamplina |
Mucha gente asocia el uso de estas hierbas con los años de pobreza de la postguerra, y por eso no les gusta. Pero yo -a parte de apreciar la amplia gama de sabores que nos proporcionan- las relaciono más bien con la Libertad y la Confianza (la Naturaleza nos proveerá de lo que necesitamos...).
Si alguien quiere saber más, recomindo el libro de Bernard Bertrand, "Cocinar con plantas silvestres":
...Aunque yo también seguiré escribiendo aquí sobre las plantas que voy descubriendo.
Lena
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