Básicamente, el
bancal profundo consiste en preparar unos bancales semielevados, abonados con
compost o estiércol. En mi caso es estiércol de caballo y gallina fermentado
durante un año. El bancal se hace con una anchura de 1 metro, elevado unos 20
cm, el largo según el diseño que le demos al huerto. La separación entre
bancales debe ser lo suficientemente ancha como para andar por ellos y acceder
cómodamente a los bancales.
Se cava una profundidad de unos
30 a 35 cm. Antes de cavar podemos esparcir la basura para que se mezcle con la
tierra, se puede también añadir ceniza.
Se delimitan las medidas de los
bancales, procurando no sobrepasen los 1,20 de ancho para facilitar las
labores, dejando un pasillo de 50 cm entre bancales.
Con la pala cogemos la tierra de
los pasillos y la depositamos sobre los bancales, alcanzando una altura
de 25 a 30 cm. Se da forma a los bancales y se rastrillan dejándolos lo mas
nivelados posible.
Podemos esparcir una pequeña
cantidad de basura sobre ellos.
Ahora podemos poner las
mangueras de goteo. Acolcharemos los bancales bien con paja o, como es mi caso,
con plástico negro para evitar la evaporación del agua y que no geminen las
hierbas.
Más adelante hablaré sobre las
distancias entre plantas, rotaciones y asociaciones de cultivos.
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