Ya que no
puedo (ni quiero) quitarme el hábito de mirar detenidamente las etiquetas de
los productos que compro (o al final NO compro), veo que: las pasas son de
California, las lentejas y los pimientos rojos de Perú, las manzanas de Chile,
los cacahuetes de China, las nueces de California...
Me resulta
absurdo traer de tan lejos cosas que se pueden producir (y que se producen)
aquí. Y no sólo absurdo, sino también perjudicial tanto para la gente como para
el planeta en general.
Sigo
buscando formas de dejar de colaborar con un sistema económico que genera
injusticia y que destruye el medio ambiente, y por eso quiero abogar aquí por
un consumo consciente y responsable.
Hoy he
dedicado un rato a intentar aclararme de cómo entiendo yo el consumo
responsable. Estás (más o menos) son mis conclusiones:
Primero
habrá que reducir nuestro consumo material, ya que es
completamente inviable que todos los habitantes del planeta tengan nuestro
nivel de consumo. Los que vivimos en España consumimos y contaminamos casi tres
veces por encima de la capacidad del territorio – es decir lo hacemos a costa
del medio ambiente y de poblaciones más pobres. También me parece
imprescindible ver cierta austeridad no como un sacrificio, sino como un valor
– o como una forma de tener más tiempo, más libertad y más paz.
Habría
además que intentar fomentar una producción local, y una agricultura y
ganadería ecológica, que cuida la fertilidad de la tierra y el bienestar de los
animales, y que no contamina ni el suelo, el aire y el agua, ni a la gente que
consumimos los productos.
Y si
importamos productos debemos velar porque sean producidas en condiciones justas,
es decir no basadas en la discriminación o la explotación.
Hay también
otros aspectos, como reutilizar y reciclar lo
más posible, evitar embalajes innecesarios, etc.
En concreto,
a parte de comer las hortalizas de nuestros propios huertos, o comprarlos de
los hortelanos locales (mejor aún si utilizan métodos ecológicos), he empezado
a fijarme en que productos locales se pueden encontrar en las diferentes
tiendas del pueblo. Esto es el tímido comienzo del inventario:
- Pan de la
Panadería Corralejo (Navaluenga)
- Huevos de la
granja avícola Las Vegas (Navaluenga)
- Vino de la
bodega Garnacha Alto Alberche, a parte de otros bodegas caseras o no
registradas.
- Miel de
Navatalgordo (La Tahona)
- Aceite
Oligredos, de Arenas de San Pedro (Caponeros)
- Queso
artesano de cabras “Montesbravos”, de Solana de Río Almar, Avila (Caponeros)
- Leche
“Tierra de Sabor”de vacas de Castilla y León (Caponeros)
- En las
fruterías, y en el mercadillo, suele también haber frutas y hortalizas
cultivadas por la zona (según la temporada)
- En las
carnicerías creo también que la mayor parte de la carne viene de ganadería de
por aquí (por ejemplo en la Carnicería de Miguel la carne es de su propio
ganado)
Como veis,
la lista es aún muy pequeña; agradecería que mandaráis toda la información que
encuentren a nuestro blog.
Y si alguien
va a encargar naranjas ecológicas, o productos de comercio justo (somos unas
personas que solemos hacer una compra de té y café de Intermon/Oxfam por
internet cada dos o tres meses), o cosas así - por favor avisa, para que los
que queramos podamos apuntarnos.
Lena
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